viernes, 27 de marzo de 2015

Pablo Ferreira: de Melo a rematar a Santa Cruz de la Sierra





Pablo Ferreira es un joven nacido en Melo que hace algunos años se fue buscando mejorar su condición laboral a EEUU. Trabajaba en edición de videos. Allí  se conoció con una Boliviana, y a partir de esa relación terminó en Santa Cruz de la Sierra. Hasta aquí la historia parece bastante común. Pero es que allí la vida le abrió una puerta inesperada y hoy Pablo Ferreira es uno de los 10 martilleros ganaderos que trabajan en Bolivia, el único extranjero. En el mes de febrero pasado, vino hasta su Melo, y tuve la oportunidad de conversar personalmente. No lo conocía a Pablo, pero me dejó la sensación de un hombre inquieto, luchador. Se hizo rematador seguramente por esto, pero además porque la fortuna le chistó escondida en el lejano paisaje boliviano. Me contó Pablo, que en una fiesta con sus compañeros de trabajo se rifaba un lechón asado. Como no se vendían los números le pidieron que lo rematara, si se animaba. El lo hizo, y logró colocarlo a buen precio. En ese evento estaba presente un empresario integrante de uno de los consorcios de remates de Santa Cruz, se le acercó y le dijo que tenía condiciones para rematar. Lo invitó a concurrir a la empresa y hacer una prueba. Pablo le confesó que tenía muy poco conocimiento en el tema,”solo sabía que las vacas tienen 4 patas y hacen muu!, pero de todas formas aceptó la invitación y fue a probarse. De ahí en más fue subiendo escalones hasta llegar a ocupar un lugar de privilegio hoy en este negocio. Me contó Pablo que Santa Cruz de la Sierra provee de ganado a todo el país, y que el tiene entre siete y ocho remates por semana. Podrán ver las fotos que le pedimos para compartir donde se aprecian modernas instalaciones para el trabajo con las haciendas. Los remates son en lugares techados. Los precios del ganado, en febrero, eran del entorno de US$ 1,50  el kg en pie para la vaca gorda, y de US$ 1,80 a US$ 2 para el kg vivo de novillo. La ganadería ha crecido mucho en esa zona, la genética tuvo su origen en Brasil, pero hoy tanto ha mejorado que son los propios brasileños que vienen a buscarla a Bolivia. Pablo está con otros proyectos en mente para los cuales el modelo de venta por pantalla creado en Uruguay es un factor importante.



Aquí pueden escuchar el reportaje al joven melense.