El economista Felipe Miranda, socio fundador de la empresa Empiricus Research, sostiene en un extenso análisis publicado, que Brasil está "técnicamente quebrado", una conclusión "estrictamente técnica y matemática".
Miranda se siente orgulloso de haber anunciado, mucho antes de la operación Lava Jacto, la caída de las acciones de Petrobras, y el alza del dolar frente al real. Estas previsiones públicas le valieron ataques y acusaciones.
En el 2014, el economista publicó el libro "El Fin de Brasil", elegido por los lectores, según Folha de San Pablo, como el mejor libro de ese año, lo que le generó una denuncia del sector político que promovía la campaña de Dilma Rouseff, ante el Tribunal Superior Electoral de Brasil, el cual se definió a su favor el 19 de setiembre de ese año.
En su reciente artículo, Felipe Miranda sostiene que la compleja situación de la economía brasileña es advertida por otros economistas, pero que muchas veces las relaciones institucionales prevalecen sobre los informes técnicos , y como ejemplo notorio de ello recordó el caso de Banco Santander , que despidió a uno de sus analistas que simplemente replicó una nota desfavorable al gobierno.
El economista afirma que la deuda pública brasileña viene creciendo a ritmo acelerado, crecerá bastante más, y ello con una tasa de interés que es la mayor del mundo. Mucho interés, sobre mucha deuda: una combinación explosiva.
Claramente, afirma el articulista, sin una reforma amplia y profunda, la deuda brasilera ya no es más administrable.
Desde 1991, la carga tributaria aumenta en Brasil para enfrentar compromisos. Ese año(1991), la carga tributaria se ubicaba en torno al 25% del PIB, mientras hoy está en torno al 35%.
Miranda cita el trabajo de tres especialistas tributarios brasileños quienes sostienen que en ese período la renta real del país creció un 103%, mientras que la carga impositiva creció casi 184%, lo que significa que en esos 15 años, el sector público se apropió del 45% de la renta nacional para financiar sus gastos.
El socio fundador de Empiricus, dice que para sostener a un estado cada vez más gordo, Brasil ha comprometido su generación de riqueza y a las generaciones futuras.
Otro gran problema, afirma, es Petrobras, "un problema de medio trillón de reales". Luego de años de intervenciones desastrosas del gobierno, esta empresa acumula una deuda bruta de R$ 506 billones.
Con una situación financiera comprometida, explica Miranda, en el mercado los títulos de la deuda de la empresa son vistos como "riesgo soberano", lo que equivale a decir que es una compañía de tal importancia que el gobierno no dejará quebrar. Con esas dificultados, el estado vía BNDES(Banco de Desarrollo, el mayor acreedor), será el mayor perjudicado.
Luego afirma de forma contundente que la deuda pública de Brasil es preocupante, pero a{un tiene mucho para empeorar.
Mucho interés, sobre mucha deuda, gastando cada vez más y ganando cada vez menos, una combinación que solo puede acabar mal.
Felipe Miranda insinúa los caminos que tiene Brasil por delante. Las reformas necesarias enfrentan presiones corporativas, por lo que bajar los gastos y mejorar sus cuentas es algo que ve difícil. Por lo que solo queda por delante pagar la deuda con inflación, destruyendo la moneda, lo que es una quiebra disfrazada.
Fonte: Gustavo Franco; Teutônio Vilela
*He tratado de resumir las ideas más generales expuestas por el autor. El trabajo es más extenso y analítico por lo que aquí les dejo el enlace para el artículo de Felipe Miranda en Empiricus.