lunes, 18 de julio de 2016

La población argentina no está contaminada por glifosato

La Universidad de Buenos Aires (UBA), a través de un proyecto dirigido por la Facultad de Agronomía(FAUBA), trabaja desde hace mucho tiempo para conocer el grado de la contaminación ambiental a partir de los sistemas agrícolas. El trabajo finalizará sobre fin de año, pero ya se conocieron algunos resultados muy interesantes.
Un informe del portal Sobre La Tierra que elabora la propia casa de estudios, informa que la Facultad de Agronomía trabajó sobre las muestras ambientales de suelo y agua.
La Facultad de Farmacia y Bioquímica  realizó estudios epidemiológicos, con encuestas a más de 500 personas, y toxicológicos con muestras a 200 personas.
También se trabajó en el impacto sobre organismos animales, en un nematodo modelo, y sobre abejas, trabajos en los cuales participaron investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Eduardo Pagano, director del proyecto y profesor de la cátedra de  Bioquímica de la FAUBA, señaló en un reportaje al portal digital Sobre La Tierra, que en principio el estudió se relacionó al glifosato, y que luego se comenzó a medir atrazina en muestras ambientales. Las investigaciones comenzaron a fines del 2012 y se extenderán a Noviembre de este año.

Glifosato

En la mayoría de las muestras ambientales se  confirmó la presencia de glifosato a lo largo de todo el año, independientemente de  que se tratara de agua superficial, subterránea o suelo. El catedrático informó que mayoritariamente los resultados estuvieron por debajo de la 100 partes por millón(ppm).

Estos niveles son superiores a los establecidos en los límites que rigen a los europeos, pero muy inferiores a los que permite EEUU  y Argentina.
Los americanos permiten hasta 700 ppm, mientras que los europeos aceptan 0,1 ppm, es decir 7.000 veces menos. En Argentina el límite aceptado es de 300 ppm.
La gran pregunta que se hace el profesor es si estos niveles resultan aceptables o no, ya que la gran disparidad permitida entre los países genera dudas. El docente señala la necesidad de establecer parámetros mundiales para determinar los valores máximos de agroquímicos en el ambiente y las personas.
El docente explica que el glifosato es uno de los herbicidas con menor permanencia en el suelo. Informa que han visto como desaparece a los 30 días, y se transforma en AMPA(ácido aminometilfosfónico) que no dura más de otros 30 días en el campo, Con el conocimiento de este proceso, se puede determinar que en los sistemas agrícolas no debería haber glifosato en todo el año. Para explicar porque esto no se reflejó en las muestras, Eduardo Pagano recuerda que en Argentina, los agricultores aplican reiteradamente el herbicida, cuatro y hasta seis aplicaciones por año, una práctica que debería sustituirse por un manejo más adecuado.

Análisis en Sangre.

Se realizaron en 200 personas que se clasificaron en tres grandes grupos.

a) Población expuesta : conformada por trabajadores rurales , fumigadores, y empleados y                    vendedores de insumos.

b) Población expuesta circunstancialmente: integrada por quienes viven y trabajan cerca del campo,    como los ingenieros agrónomos y ensayistas.

c) Población  no expuesta , conformada por pobladores de las ciudades.

Los resultados de los análisis en sangre , no  mostraron  diferencias evidentes entre los distintos grupos. Contrariamente a lo esperado, expresa el catedrático, no se puede  afirmar que la gente del campo está más contaminada. Lo que llamó la atención, es que en las muestras se encontró la presencia de pesticidas que hace muchos años que no se usan, caso del DDT. 


Si lo desea, lea aquí el artículo completo del portal Sobre la Tierra