jueves, 15 de septiembre de 2016

El área agrícola está en una fase de inflexión

Informe de diario El Telégrafo  de Paysandú

Es preciso detenernos “para repensarnos” porque está claro que “debemos cambiar”, dijo Hoffman


Rurales | 13 Sep El ingeniero agrónomo Esteban Hoffman señaló que lo aprendido en los últimos 10 años “nos debe dar elementos para determinar dónde queremos estar al cruzar la barrera del 2020”. Es preciso detenernos “para repensarnos”, porque lo que ha quedado claro es “que debemos cambiar”, sentenció el investigador de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía.

Junto al ingeniero César Nicolás Fassana, también integrante del Grupo de Trabajo Interdisciplinario de Agricultura (GTI), Departamento de Producción Vegetal (Fagro), Hoffman presentó una charla denominada “Los cereales pagan el costo de un sistema que dejó de rotar con pasturas. Qué aprendimos para el futuro en estos últimos 10 años”.
El profesional indicó que “nos encontramos en una fase de inflexión del área agrícola, con fuerte caída del área física y cosecha por año, una retracción del área de zonas marginales, con mayores costos por su distancia a los puertos y un evidente cuasi estancamiento de la productividad de todos los cultivos extensivos”.
“La caída de los precios, los altos costos de producción (en parte derivado del incremento en las necesidades de insumos) y un mayor riesgo asociado a la actividad”, son elementos que en parte “explican esta situación”.
En este escenario, en donde la mayoría de las chacras son viejas y donde se ha registrado una caída en el nivel de fósforo y potasio, “es evidente que ya no existe efecto residual de las pasturas y en general los cereales, desde el punto de vista tecnológico, sufren las consecuencias de una deficiencia particularmente de nitrógeno, a pesar de que tecnológicamente se registra un incremento en las cantidades utilizadas a nivel de producción”.
Consecuencia de una demanda de nitrógeno “que es superior a la oferta, y como resultado del impacto del mejoramiento genético en el siglo XXI (confirmado en los nuevos cultivares en uso en la actualidad), el desajuste de la nutrición es uno de los principales responsables del estancamiento”. La situación se hace muy evidente también “en la disminución de la proteína en grano (componente de la calidad clave en los cereales, que condiciona fuertemente su valor de mercado, sobre todo en trigo y cebada). 
Esteban Hoffman estableció que “es un hecho que cae el área sembrada, en particular la de las gramíneas, la soja domina y en muchas zonas ya es el único cultivo rentable. Termina resultando evidente que el sistema “no resiste esta situación, pero no cambia a la velocidad necesaria y haber dejado el sistema de rotación con pasturas, frente a esta coyuntura, nos pone en una encrucijada si queremos que el área no siga disminuyendo”.